El debut de Edgardo Di Salvia en la Clase Dos le puso fin a una larga espera y a un largo tiempo de trabajo sobre el Chevrolet Celta que presentó y que compartirá en binomio con su hermano Fabricio, quien arrancó la construcción del auto hace algún tiempo.
Sobre un piso mojado y difícil para el manejo y para la puesta a punto, el capitalino fue encontrado su ritmo y entendiendo como manejar un auto muy distinto al que venía manejando, con otra potencia y otra tracción, logrando un excelente resultado en su final y un buen desempeño parcial de Matías Sessarego que fue su invitado en esta ocasión, aunque abandonando prontamente por un toque.
“El debut en la Clase Dos fue realmente soñado, positivo y con muchas sensaciones de esas que motivan a seguir trabajando y involucrarse con el proyecto. Independientemente de la lluvia y las complicaciones del clima encontramos un muy buen funcionamiento del auto y ahora tenemos que seguir trabajando junto a la familia Aguila para poder pulir detalles finos y llegar a la próxima fecha mejor parados. Estamos motivados para trabajar, probar y seguir sumando experiencia, ahora junto a mi hermano Fabricio que no pudo estar en el debut pero que ya se suma para transitar este camino hasta la última fecha y que esperamos que sea de la mejor manera, con buenos resultados y agradeciendo a todos los que estuvieron desde el primer día y que tienen que ver con este debut” expresó Di Salvia, otro debut destacado en la Clase Dos en la pasada fecha.